En la prensa militan buenos periodistas, verdaderos profesionales de la
noticia y uno que otro advenedizo.
En el caso concreto de La Paz hay
quienes, con una gran trayectoria profesional, sirven a la sociedad.
Y como en el resto del mundo y de México hay quienes lucran con la profesión.
Los verdaderos periodistas
respetan profundamente la vida privada de las personas, sean políticos o no.
Los falsos periodistas siempre se meten en la vida privada y sacan
provecho de ello.
Por eso, los políticos les temen
y respetan más a ese tipo de periodistas que a los auténticos.
Con la vocación se nace, se desarrolla y se encauza con el tiempo.
Ser periodista es un privilegio.
Ser un buen periodista es un honor.
No hay comentarios:
Publicar un comentario