Hagamos un análisis superficial
de las posibilidades, en este momento, de quienes aspiran a gobernador.
Decíamos en otro espacio que Carlos Mendoza tiene que suplir el
infortunio político de la derrota de su partido, el PAN, de las elecciones
pasadas.
Si el PAN hubiera ganado, Mendoza
sería, sin duda, el precandidato más fuerte. Pero no es así. Tiene desventajas.
Esthela Ponce, por su parte, es una figura nacional que el priismo
respeta porque reconoce lealtad y militancia.
La carencia económica y el
desastroso estado en que recibió la alcaldía, pudieran ahora estar perjudicando
su posibilidad.
El mal estado de las calles, que no es su responsabilidad, aunque usted
no lo crea, daña su imagen pública, en ese momento.
Pero todavía tiene posibilidades
de mejorar su imagen, cuando se deje sentir la mano de Enrique Peña Nieto en el
gobierno municipal.
Ricardo Barroso mantiene sus posibilidades de ser candidato porque nada
desgasta su gestión como senador, sino al contrario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario