Mitote grande entre los
amarradores profesionales de navajas entre Esthela Ponce y Ricardo Barroso.
Andan diciendo que en el evento del PRI no se mencionó a don Félix
Agramont Cota, asunto que no prosperó porque Ricardo no se prestó al juego.
Estimados lectores: acostúmbrense
a que sucedan este tipo de cosas cuando hay intereses encontrados en la sucesión
gubernamental.
La verdad, la verdad, es que tanto Esthela como Ricardo, mantienen sus
posibilidades de alcanzar la candidatura a gobernador.
Lo peligroso es que, como sucede
siempre, los amarradores de navajas logren su propósito, dividan al PRI y se
pierda la posibilidad de recuperar la gubernatura.
Por cierto que los priistas estarán de fiesta hoy con la presencia de
César Camacho Quiroz, que presidirá el foro sobre la Reforma Energética.
También estarán de fiesta los
miembros del Movimiento Territorial, que durante muchos años encabezó Norma
Castañeda.
A Normita se le conoce como la versión femenina de Porfirio Díaz y, al
mismo tiempo, la versión femenina de don Fidel Velázquez.
Lo cierto es que Norma llena los
dos perfiles del ex presidente mexicano y del eterno líder cetemista.
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