miércoles, 21 de agosto de 2013

Blanco y Negro

Los maestros oaxaqueños dieron una lección más de civismo a sus alumnos. Les enseñaron lo que no deben ser.

Les demostraron que con la intolerancia, la violencia, la amenaza, y el chantaje, se pueden lograr más cosas que por la vía legal.

Una lección más es que se puede ser todo eso y todavía cobrar el cheque entero de la quincena.

Los “profesores” enseñan a sus alumnos que la violencia es más “razonable” que el diálogo, la convivencia y el acuerdo.

Afortunadamente, los maestros sudcalifornianos no han sido contaminados por los oaxaqueños, aunque aquí también hay disidentes.

Disidentes que, por cierto, están muy apagados, pero muy bien pagados desde que, a chaleco, devolvieron el edificio sindical.

Todavía la mayor parte de los maestros mexicanos se preocupan por ser ejemplo y modelo para sus muchachos.

Todavía existen maestros que son ejemplo de bondad, de preparación, de superación, de esfuerzo.


Y todavía, sobre todo en Baja California Sur, los profesores son maestros que arrastran con el ejemplo, como debe ser.

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