Rememorando mi llegada a La Paz, vino a mi
memoria el apodo que los del Eco de California me impusieron: “nalguitas de
mochila sin cuadernos”. No he cambiado mucho.
También me decían el
bicolor. Por aquello del blanco y negro. Ellos me dedicaban toda la edición y
yo en uno o dos parrafitos igualaba los cartones.
Con el tiempo entendí las razones del
nativismo: extranjeros y nacionales le habían robado a BCS el cobre, la orchilla,
las perlas y el oro del Triunfo y San Antonio.
La orchilla era un
tinte natural que extraían de una planta regional para “curar” la mezclilla.
Funcionaba en Bahía Magdalena. Todavía hay restos de las instalaciones.
Por eso, lo he dicho muchas veces, ahora soy más
nativista que los nativos y defiendo a Baja California Sur con todo mi amor.
Agradezco
profundamente a los señores diputados que no votaron por mí, pues me fue mejor.
Les prometo que el año próximo me vuelvo a postular.
Es el colmo de los colmos. La empresa Oxxo está
haciendo más establecimientos, como si no hubiera.
Nomás falta que pongan
uno en medio de las nuevas calles pavimentadas. El único competidor de esas
empresas es el “Chino” Rubén Yuen, que vende cerveza hasta tarde.
Asegura mi amigo Jorge Miguel Cota Katzenstein,
que siempre sabe donde estoy, por el zopilotero que revolotea sobre mi cabeza.
Que lindo.
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