Por Eligio Moisés Coronado
En el día de los trabajadores,
tal vez sea oportuno recordar que la idea de trabajo estuvo desde muy antiguo
asociada al concepto de tortura.
En efecto, la palabra trabajo
proviene de “tripalium” (tres palos),
término del bajo latín del siglo VI, que era aplicado a un aparato para sujetar
las caballerías, que luego fue convertido en temible instrumento de castigo.
Así, los reos eran atados al “tripalium”,
especie de cepo for
mado por tres maderos cruzados donde quedaban inmovilizados mientras se les azotaba.
De “tripalium” derivó inicialmente tripaliare (torturar) y
posteriormente trebajo (esfuerzo, sufrimiento, sacrificio).
Bien lo cantaba aquel cubano: “A
mí me dicen el Negrito del batey, porque el trabajo para mí es un enemigo; el
trabajar yo se lo dejo todo al buey, porque el trabajo lo hizo Dios como
castigo...”
Mas debe tenerse en cuenta que el
concepto de trabajo se halla asociado indisolublemente a toda producción del
entendimiento, a la ejecución de una cosa que requiere cuidado, empeño, pero
básicamente voluntad y libertad.
Es decir que un esclavo, un
animal (burro, perro de cilindrero, abeja u hormiga) o una máquina no trabajan,
propiamente, pues su faena será empujada
por la fuerza, el instinto o la energía, pero en ella está ausente la
disposición voluntaria y libre del sujeto.
Con la finalidad de obtenerse un
salario, un satisfactor, el éxito, el prestigio, la fama y la gloria o lo que
sea, el ser humano es el único que está en condiciones de trabajar, en sentido
estricto.
Sin embargo, en algunas culturas,
la productividad personal, particularmente realizada con las manos, resulta
denigrante, exclusiva de seres inferiores. Sobre ello existe una vasta e
interesante bibliografía que de muchas maneras explica el terror que mucha
gente siente por el trabajo.
A pesar de ello, la investigación
educativa ha demostrado que el desarrollo de la inteligencia se encuentra
asociado fundamentalmente al ejercicio de las manualidades.
“Trebajo” evolucionó
posteriormente hacia trabajo, vinculándose poco a poco con la idea de 'labor'.
Lo mismo ocurrió en francés, lengua en la cual tripalium derivó en travail
(trabajo), vocablo al cual los ingleses dieron la forma travel y un nuevo
significado, asociándola inicialmente a la idea de 'viaje cansador' (ya que
viajar en las condiciones de aquellos tiempos era fatigoso en extremo) y, más
tarde, simplemente viaje.
Si partimos de tales
proposiciones, concluiremos que el trabajo es solamente actividad humana,
impulso volitivo y autónomo, o sea que pertenecemos más al “homo sapiens”
mientras más trabajamos.
El primer día de mayo quedó
dedicado a celebrar las primeras conquistas de los trabajadores, cuando obreros
de las fábricas fueron sacrificados el 1 de mayo de 1886 en Chicago, Illinois,
EUA, a raíz de la huelga que organizaron para exigir el establecimiento de la
jornada de ocho horas.
En Baja California Sur, la procuración
y el fomento del empleo continúan siendo materias optativas, aunque debieran
constituir enfoque prioritario de la administración pública estatal, porque el
trabajo y el empleo se hallan inexcusablemente insertos en la búsqueda de la
seguridad, de la paz social, de la felicidad individual, familiar y colectiva.
Felicitaciones,
pues, para todos los que trabajan, con motivo del día del Trabajo, durante el
cual, paradójicamente, nadie (o casi nadie) trabaja.
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