miércoles, 1 de mayo de 2013

Blanco y Negro

Cuando don Raúl Palacios Avilés era Delegado de la SAG, me contrató para conducir un programa del Promotoriado Voluntario, hace algunos años.

Me equivoqué y dije promotorio en lugar de Promotoriado. No me la acabe. En ese tiempo yo trabajaba para don Pancho King en el programa Contacto Directo.

Max Rodríguez y yo, teníamos un programa nocturno. Nunca entendí quien lo escuchaba, pero así lo decidió don Pancho King.

Una noche nos dio flojera grabar el programa y decidimos decirlo “en vivo”.

Cuando Max mencionó la palabra Caracas, su señora esposa se asustó y se le cayeron los platos de la cena.

Los perros empezaron a ladrar, también asustados, a nosotros nos ganó la risa y ese fue el último día del programa.

También por aquella época, hacíamos el programa en la casa de Max, en la colonia Pueblo Nuevo.

Una noche venía hacía mi casa, cuando vi a un hombre que pensé que estaba muerto, sobre los hilos del cerco de alambre.

Me puse nervioso y tome el radio: Max, un mu-mu, un mu-mu. ¿Una vaca? Me preguntó Max. No, un mu-muerto. Era un borrachito.

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