martes, 29 de noviembre de 2011

Blanco y Negro

Insisto sobre el Hotel Salvatierra. Me sentía en un jardín.

Me atendió la doctora Flora, el doctor Rosas y el doctor Romero, además de mi nuevo amigo el doctor Félix Vázquez.

De las enfermeras recuerdo con especial afecto a Nayeli, Chuyita, pero sobre todo a Belén.

De los enfermeros, recordaré siempre a Alejandro a Martín y a René. Claro que hubo otros cuyos nombres no registré pero que reconozco.

A José Manuel Rojas, que fue el primero que me aplicó la hemodiálisis. Es paciente y muy profesional.

La hemodiálisis es la limpieza de la sangre a través de un riñón mecánico. Después de las tres horas, que dura la sesión, dan ganas de besar a la máquina y decirle: gracias amá.

Entre otras cosas, me apuré a aliviarme porque me dieron un medicamento que se llama Amlodipino, cuyas primeras letras son las siglas del Peje.

También me dieron un medicamento que lleva la terminación Cotamida, el apellido de Leonel.

El próximo miércoles, el Grupo Reflexión le rendirá un homenaje al profesor Ricardo Fiol Manríquez. Se lo merece.

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