
Que el secretario particular del gobernador parecía Drácula. Que la diputada Gisela Páez, Morticia y que mi amigo Chava Salgado parecía Largo.
Que como Gil Cueva andaba de Frac, y como es chaparrito, dicen que parecía Draculín.
Por cierto que Cueva es tan lento, tan lento que sus colegas diputados le pusieron Phantom (se lee fantom). Por la lentitud con que actúa.
Por acá anduvo, dando lástima, el ex alcalde paceño Víctor Castro. A las clara se nota que Noroña ya le contaminó el cerebelo.
Trae una lógica de guerra muy fuera de onda: Derrota tras derrota, alcanzaremos la victoria.
María Luisa, la dueña de La Cocina de María tendrá que exorcizar su desayunadero, después de la visita de Narciso.
Pobre Narciso. No es para tanto. Está bien de capa caída pero no se asusten. No pasa nada.
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