Dice Narciso que se ha especulado mucho con lo del peculado. Que lo único que hizo fue despelucar a uno que otro gringo.
No lo va a creer pero a Leonel Cota, a los 7 años, ya le decían “veneno”. Ya pintaba, como Picasso.
Me dijo un lector en el Malecón, la tarde del martes, que a Narciso ya le dicen el Charquito: todo mundo le saca la vuelta.
Otro me dijo que Calderón no pudo imponer a Carstens en el fondo monetario internacional. Y que como consuelo lo enviará al Vaticano.
¿Y por qué al Vaticano? Dice mi lector que porque tiene cuerpo de papa.
Don Agustín tiene cuerpo de papa porque le encanta la papa. Y como lana no le falta, pues le empaca.
En el edificio del ayuntamiento se hizo una encuesta sobre el funcionario más odiado entre Roberto Salazar y Reyes Cervantes. El segundo ganó de calle.
Le dicen “la tortilla de arriba” porque todo mundo lo desprecia y nadie le hace caso.
Y es que don Alfredo es el secretario general paralelo. O para lelos, que lo siguen.
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