Cuando le hice una lista de mis
males a un amigo de Hermosillo, se mostró sorprendido pero se sobrepuso el
humor.
Me dijo: uta, mano. Nomás te falta la encefalitis equina, la brucelosis
de los bovinos y el mal de las vacas locas.
Tiene razón, soy un suertudo.
A propósito de vacas, Víctor Liceaga me contaba que una vez viajó, con
algunos amigos a Comondú, cuando era dirigente estatal del PRI.
Entre esos amigos iba don Aurelio
Martínez Balboa, reconocido Médico Veterinario.
En el camino, chocaron con una vaca y que le llamó la atención que en
lugar de atender a los viajeros, don Aurelio se preocupó más… por la vaca.
Lo leímos en la Internet. Hay que
conservar a las comadres, porque corremos el riesgo de perderlas.
Y deje usted que se vaya, la gran información que se llevan de
nosotros.
Así, a golpe y sombrerazos,
llegamos a este fin de semana. Que
Dios los bendiga a todos.
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