jueves, 24 de abril de 2014

Blanco y Negro

Ah, los informes. Los días de informe son los pocos días de gloria de un alcalde.

Ese día se la aplaude, se le apapacha, se le aprecia y se le agradece.

El resto del año son críticas, corajes, frases quejumbrosas.

Los otros días, para los alcaldes, son de angustia, no hay dinero para la nómina, el líder sindical se pone terco, etc.

Pero el día del informe los alcaldes creen que pueden aspirar a espacios mayores. Y más, a medida que se acercan los tiempos.

Las angustias de los alcaldes empiezan desde antes de ser postulados.

Hay que juntar dinero para la campaña, hay que contratar gente para los trabajos previos, pensar en los mejores.

Cuando llegan al poder, las angustias aumentan. Hay que cuidarse de los enemigos y empezar a labrar el futuro inmediato.


Esa es la vida de los alcaldes. Angustias, más angustias y agonía política.  

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