jueves, 27 de marzo de 2014

Blanco y Negro

A medida que se acercan los tiempos, los precandidatos a todo, pero sobre todo a la gubernatura, empiezan a asomar sus rostros.

Algunos intensifican sus llamadas telefónicas a sus simpatizantes y amigos.

Otros, se acuerdan que es necesario pasar lista de presente y hasta te vuelven a saludar.

Hay quienes durante largo tiempo sufren de amnesia y no recuerdan a nadie.

Ah, pero cuando se acerca la temporada de cosecha, cambian radicalmente su actitud.

Hay políticos sinceros y hay políticos demagogos. Hay quienes sienten afecto y hay quienes lo fingen.

Esos son nuestros políticos y políticas. Hay de todo en la viña del señor.

Yo quisiera que abundaran los sinceros y que se acabaran los falsos. Es imposible.


No se le pueden pedir peras al olmo. 

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