lunes, 6 de enero de 2014

Blanco y Negro

Decíamos ayer que muchos políticos de ahora, o muchos de ellos, ya no practican lo que en años anteriores se conocía como “mano izquierda”.


Ahora la más derecha de las manos izquierdas son las del Peje, Leonel y Rosa Delia.

También decíamos ayer que es posible que surja un precandidato a la gubernatura desde las minorías políticas.


El único que puede lograr ese propósito es Alfredo Porras Domínguez, lo más sano de la izquierda sudcaliforniana.

Existen jóvenes políticos que no conocieron la cortesía, la atención, la amabilidad. Y eso, acaba con la política y los políticos.

No sé si estaré equivocado pero siento que las nuevas clases políticas no toman en cuenta que, ser amable, pero sobre todo ser humilde, es lo que hace un buen político.

Recuerdo, entre los políticos jóvenes que vi nacer, a un José Manuel Rojas, un Jesús Murillo Aguilar, un Raúl Rousseau.

Y de los actuales un Bernardo Montiel, José Antonio Parra, Fabricio Del Castillo, entre otros poquitos. Muy poquitos.


Ojalá que los políticos nuevos aprendan de los de antes. Pero les cuesta mucho hacer una llamada, invertir en ella 3 minutos y establecer esa tan necesaria relación humana.

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