El que tenga perro que lo
amarre afuera, el que no, pos que ni lo amarre.
El dinero no da la felicidad… sobre todo si es poco.
Hasta al más tarugo siempre hay algo que aprenderle.
Hay que darles voz a los que no
tienen voz.
En política hay que hablar de
Democracia… Pero la palabra del jefe, es mayoría.
Cuando pica la hormiga, hay dos cosas por hacer: rascarse… y esperar la
roncha.
Las bolsas de las mujeres, son como los conventos, tienen puras madres
adentro.
En política, si las cosas no
cambian, es porque siguen igual.
Cuando el gallo canta en la madrugada, puede que llueva mucho, puede
que llueva poco o puede que no llueva nada!
El que anda de buenas, no puede andar de malas…
Andamos como andamos, porque
somos como somos.
El que se mete a la política,
es como el
gato en la chimenea… ¡o sale quemado o sale tiznado!
El que sabe, sabe. El que no,
es el jefe.
En política hay que ser como
frijoles de olla, a veces abajo, a veces arriba… pero siempre dentro.
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