jueves, 16 de enero de 2014

Blanco y Negro

Si se fija usted, querido lector, los defensores del pueblo y de los pobres, siempre son los más ricos o poderosos.

A nivel nacional, hubo un personaje que le decían Rey Lopitos, que obtenía permiso del gobierno para hurgar en la basura.

A su vez, el monarca dividía el basurero en secciones que, luego concesionaba a los pobres.

Los pobres nunca salieron de pobres, pero Lopitos se convirtió en el hombre más rico de su “clase”.

A nivel local, el mejor ejemplo es Leonel Cota, que con su discurso en favor de los pobres, ganó la gubernatura.

Y como sucede siempre, ningún pobre salió de su pobreza con o sin Leonel.

También a nivel nacional tenemos el ejemplo del Peje, que siendo defensor de los pobres, se internó en la clínica más cara de la ciudad de México.

Por eso digo que defender a los pobres, aunque no salgan de su pobreza, sigue siendo un buen negocio redondo.


En un ejemplo muy sencillo, si usted observa, en una colonia o comunidad, el más rico es el defensor de los pobres. ¿O no?

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