¿No será una maniobra política
cerrar todas las calles para culpar, subliminalmente, a la alcaldesa por el
desmádere?
Puede ser. Los panistas son expertos en ese tipo de acciones. Porque
qué casualidad que no ponen orden ni concierto.
A propósito de calles. Cuentan
que un amigo decidió deshacerse de su gato flojo y empezó a recorrer la ciudad
a pie.
Llevaba al animalito en un costal pero es tanta la desorientación que
se extravió y tuvo que soltar al gato, para regresar a casa.
Al poco tiempo, un amigo que lo
visitó, le preguntó por su gato y se lo mostró: gordo, brilloso, súper mimado.
Tiene razón el lector que me dijo que el empoderamiento femenino
equivale al encabronamiento masculino.
Reconozco que Francisco Pelayo
es, como político, muy buen agricultor. Es más, es un excelente agricultor.
Pero nada más.
Me imagino a un marciano visitando La Paz. Ni en su ovni podría
circular, el pobre.
Tendrían que modificar la nave,
alterarla y dejarla como una maquina cargadora de la exportadora de sal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario