Reconozco que cuando surgió el
liderazgo de Leonel, arrastraba multitudes. Ahora arrastra… la cobija.
Por cierto que a Leonel le ha entrado el amor cívico y asiste a cuanta
ceremonia se realiza en el Congreso del estado.
Con decirles que ha asistido a
más actos como ex que como gobernador. ¿Qué busca?
También hay que reconocer que la figura de Leonel está muy desgastada.
Que en los eventos cívicos del Congreso la gente le habla por cortesía, no por simpatía.
Uno de mis 4 lectores, como dice
Catón, opina que “la política es una cochada”. Y tiene mucha razón.
El simple de López Dóriga presume que tiene casi 3 millones de
seguidores en Twitter. Yo tengo 80, y no lo ando presumiendo.
Crónica del futuro. Estamos en el
2050. Un diario capitalino publica hoy: “Los maestros oaxaqueños amenazan con
regresar al Zócalo”.
Me resistía a publicarlo, pero uno de mis lectores insiste en que diga
que Valdivia y Zavala se parecen a
Viruta y Capulina.
Paciencia, conductores. Ya nomás
faltan 6 meses para que se pueda circular normalmente por esta capital. Mientras
tanto sígase mareando en este enorme laberinto.
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