lunes, 30 de septiembre de 2013

Blanco y Negro

Acá anduvieron, en franca campaña política, Ernesto Cordero y Carlos Mendoza Davis.

El primero quiere ser presidente del CEN panista y el segundo, claro, gobernador de Sudcalifornia.

Eso me recuerda la canción de los tres cochinitos. “Uno soñaba que era rey, y de repente quiso un pastel”.

Por otra parte, quedó clarísimo que Mendoza Davis está protegido por Ernesto Cordero, por si no lo sabíamos.

Como que a los panistas les gustó La Paz y el estado para sus pruebas de laboratorio de la política nacional.

A ver si de todo esto no sale un Frankenstein. Corremos ese riesgo.

Por cierto que Ricardo Barroso sigue perdido del cuadrante. Sigue firme la recompensa por saber su paradero.

Pido disculpas por la ausencia de ayer. Tuve un magnífico pretexto: Carlos Andrés, mi nieto, festejó su tercer aniversario.


Muy bueno en cartón de Marín. Retrata, con exactitud, lo que hacen los maestros “democráticos”. Bien hecho, amigo.

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