Y ni tardo ni perezoso, don Cuauh se armó de valor e inició una batalla
política que sabrá Dios en que irá a terminar.
La ventaja con Cuauhtémoc, es que
no tiene el alma envenenada como el Peje y otros políticos amarillos, del color
de la bilis.
El hijo del Tata, es un hombre maduro, sereno, conciliador y muy
responsable, lo que no tiene el Peje.
De paso, le arranca una muy buena
bandera nacional al famoso Peje, que a estas alturas debe estar echando fuego
por los ojos.
Como decíamos ayer, México puede respirar tranquilo sin la intervención,
al menos en el PRD, del Peje y sus seguidores.
Ayer, en Mazatlán, el gobernador
Marcos Covarrubias, sostuvo un encuentro, en cortito, con Enrique Peña Nieto.
El tema, claro, fue el deseo de trabajar mano con mano con el gobierno federal.
Bien, muy bien.
Insisto: el PRI en BCS debe
renovarse. Ya no es posible que la versión femenina de Fidel Velázquez, Norma
Castañeda y la copia de don Fidel, Amadeo Murillo, sigan en el MT y la CTM.
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