domingo, 7 de julio de 2013

Política en su Tinta

De urgente resolución

Dentro de sus ocurrencias, ambigüedades, excentricidades y puntadas, debemos de reconocer en Vicente Fox que una de sus políticas públicas más acertadas, fue la creación del Instituto de Acceso a la Información Pública Federal y su correspondiente Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública. Prácticamente con ella salvó su sexenio. Y hoy, gracias a ella, también nos enteramos, por la solicitud de un ciudadano, que en el sexenio del panista Felipe Calderón, se erogaron casi 38 mil millones de pesos en publicidad gubernamental. Por supuesto que esta enorme cantidad de recursos fueron para, supuestamente, dar a conocer a los mexicanos lo "loable y noble" de sus actividades de gobierno, pero, quien dice que no, también para enaltecer su vanidad e intentar fortalecer su figura desgastada y deslavada a raíz de la carencia de resultados exitosos de su guerra contra el crimen organizado. Ah, pero debemos de agregar que ensalzándose Calderón con esta estrategia mediática, intentaba llevar también "agua al molino" de su partido político. De todos es sabido que falló estrepitosamente. ¿Cuánto dinero son los casi 38 mil millones de pesos que gastó Calderón? Por donde se le quiera ver, son carretonadas de billetes contantes y sonantes. Solamente Televisa y TV Azteca se embolsaron casi 10 mil millones de pesos que es poco mas del 20% de lo erogado. ¿Qué si cuento es? Daremos un ejemplo llano y claro: son 8 mil millones de pesos más de lo que costará la Cruzada contra el Hambre que ha emprendido el actual gobierno de Enrique Peña Nieto, que será de 30 mil millones de pesos. Es conveniente y de rápida resolución, que Peña Nieto envíe lo que prometió en su campaña política, de turnar al Congreso de la Unión una iniciativa de Ley que, según lo comentó, establezca reglas claras y precisas de la relación comercial entre los medios de comunicación y el gobierno Federal. No es conveniente repetir lo sucedido en el sexenio de Calderón, que casi todas sus actividades de gobierno rondaban o estaban supeditadas en la forma en que se manejaban a los medios de comunicación y al valor de sus facturaciones. El balón está en la cancha del presidente Peña Nieto. O seguimos jugando con la misma pelota, o la cambiamos por otra más eficaz.

Tintero


No lo va a creer pero el vocero, quien sea, no envió información sobre la toma de posesión de Juan Alberto Valdivia, como nuevo presidente del Comité Directivo Estatal del PRI en Baja California Sur. Valdivia, joven pero maduro, llega al partido con la enorme responsabilidad de conquistar, para su partido, la gubernatura y los cinco ayuntamientos en la entidad. Lo conocemos. Sabemos de su capacidad, reconocemos su profesionalismo político y estamos seguros de que dará buenos resultados al tricolor. Estamos absolutamente convencidos de que su liderazgo fortalecerá la unidad y consolidará la fuerza de ese partido… Por cierto que César Camacho Quiroz, dirigente nacional del tricolor, tuvo la atingencia de invitar al evento a Jesús Flores Romero, quien estuvo en primera fila. En su discurso, Juan Alberto Valdivia le expresó a Jesús el reconocimiento a su madurez política y le dijo que cuando concluya su misión en Quintana Roo, se reintegre a su entidad… Mi profundo agradecimiento, una vez más, a quienes, a veces sin conocerme, me expresan su amor, su amistad y su gratitud, por algo que no he hecho. Así ocurrió el domingo anterior, cuando me interné, por segunda ocasión, en el hospital del Issste, en donde recibí una magnifica atención. Gracias, muchas gracias… Héctor Montaño, “el Negro”, ya despacha en Cabo San Lucas como Delegado de la API, una gran responsabilidad que, estamos seguros, responderá con eficiencia y capacidad. Ricardo Barroso nos confió su seguridad de que el PRI ganará las elecciones en Baja California, tanto la gubernatura como las presidencias municipales. Hasta la hora de escribir estos comentarios, el duelo era reñido no solamente en la gubernatura, sino en las alcaldías y diputaciones locales… Hasta mañana, si Dios lo permite.

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