El cardenal Norberto Rivera Carrera condenó con toda firmeza el atentado cometido el jueves de la semana pasada en Monterrey, Nuevo León, en el que perdieron la vida 52 personas y lo llamó “crimen diabólico”.
En su homilía dominical, señaló que ese acto de violencia “hiere en lo más hondo a nuestra patria, roba la paz social y envilece a sus actores que no escaparán al juicio de Dios, y esperamos que tampoco escapen al juicio de nuestras instituciones”.
El arzobispo primado de México señaló que con horror y dolor profundo, los mexicanos han presenciado un acto criminal cuya vileza y cobardía no tiene calificativo y que ha costado la vida a más de 50 personas, una pérdida irreparable para sus familias.
Rivera Carrera envió sus más sentidas condolencias a las familias de las víctimas, así como al cardenal Francisco Robles y al pueblo de Monterrey.
El prelado señaló que “mi arquidiócesis y yo elevamos nuestras plegarias a Dios, nuestro Padre, para que conceda el descanso eterno a las víctimas inocentes y el consuelo y la paz a sus deudos”.
Asimismo invitó a los cristiano para que cada quien, en el ámbito que les es propio, sea un constructor de paz, empezando por su familia, la colonia, la escuela, el trabajo y la comunidad parroquial.
Resaltó que violencia no son sólo los actos del crimen organizado, lo es también la falta de respeto a la dignidad de los otros, la injusticia y la explotación de los más débiles, los abusos de autoridad, la impunidad el desprecio por los hermanos y la discriminación.
El arzobispo primado de México pidió para que “el Señor nos conceda la paz y que, por intercesión de Santa María de Guadalupe y del beato Juan Pablo II, se dé la conversión a los criminales y a nosotros nos aliente para ser constructores de paz”.
Durante la misa también se invocó la misericordia de Dios sobre el país, que en medio del dolor hoy clama al cielo pidiendo justicia y paz.
Se oró para que los integrantes de los poderes Ejecutivo, Legislativo y Judicial, unidos con la sociedad, busquen la paz, la justicia y la fraternidad que tanto se necesita.
Para que cese la corrupción de las drogas, la corrupción moral, la violencia en las calles y en los hogares, el abuso y el abandono de los menores de edad y la discriminación social.
Se rezó también para que los criminales y quienes se alimentan del miedo y del terrorismo, por intercesión dela Santísima Virgende Guadalupe, reconviertan sus corazones y se reintegren a la sociedad de forma productiva.
Por otro lado, Rivera Carrera llamó a socorrer la hambruna que viven millones de personas en Somalia y pidió a las parroquias a que se organicen haciendo una colecta que, canalizada a través de Cáritas, lleve pronto alivio a aquella nación de África que sufre esa terrible calamidad.
Finalmente, durante la misa de mediodía de este domingo celebrada enla Catedral Metropolitanase recordó que del 5 al 8 de septiembre estarán en ese recinto las reliquias del beato Juan Pablo II, en un horario de 8:00 horas a 20:00 horas.
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