martes, 28 de junio de 2011

ABCdario

Alto nivel de aborto

Víctor Octavio García

*El derecho a la vida VS el Aborto.


Como lo dijimos en la entrega anterior, la “bateada” de la iniciativa ciudadana que para reformar la Constitución Política del Estado se hizo a mediados de la semana por la abstención de 9 de nuestros flamantes legisladores locales, especialmente 6 (cinco y uno ausente) de las fracciones parlamentarias del PRI y 3 del PRD, sigue provocando fuertes reacciones, y no escapa a encontradas lecturas.

20 mil firmas les valieron madre

La iniciativa ciudadana amparada en casi 20 mil firmas fue desestimada por los diputados priístas y perredistas que se abstuvieron para ejercer su voto a favor del dictamen que presentó la fracción parlamentaria del PAN, y que retomaba la protección del derecho a la vida desde la concepción y la fecundación hasta la muerte natural, como una reforma constitucional clave para evitar que posteriormente se pueda despenalizar el aborto, tal como lo hicieron los diputados perredistas de la Asamblea del Distrito Federal hace tan solo unos años. Este hecho suscitado en el poder legislativo estatal, puede que sea una casualidad, como en la fábula del “Burro que tocó la flauta”, puede que sea una muestra más de pereza, o bien que sea desdén, ignorancia, falta de compromiso y de responsabilidad de la mayoría de los diputados, o simplemente otra estupidez más en la larga e histórica cadena de anomalías efectuadas en la legislatura más cara y escasamente productiva de que se tenga memoria. Todo puede ser, menos parte de un debate parlamentario, de confrontación de ideas y de proyectos antagónicos, pero coherentes ideológicamente hablando, que desde luego casi siempre ha estado ausente en la más alta tribuna legislativa de la entidad.

Tanto esfuerzo que costó a los organizadores del movimiento ciudadano, un movimiento apartidista, para adjuntar cerca de 20 mil firmas y copias de credenciales de elector de ciudadanos de la entidad, para soportar la iniciativa de reforma constitucional, para que de un solo golpe, en unos cuantos minutos, sin llegar al análisis y al debate consecuente, los diputados la hayan bateado como si fuera cualquier cosa. Aparte de una mentada a los miles de ciudadanos, es una falta de respeto, porque como quiera que sea, abrir el candado impuesto en la Ley de Participación Ciudadana, precisamente para hacer nugatorio, por difícil este derecho, obliga a propios y a extraños a reflexionar y tomar acciones a favor de facilitar procesos de consulta y participación ciudadana, porque tomar en cuenta a los ciudadanos si vale la pena, ya que los diputados difícilmente pueden alegar que tienen mucho trabajo, cuando es todo lo contrario, y si fuera el caso, para eso les pagan --desde luego no lo desquitan, salvo excepciones-- más de 120 mil pesos mensuales, además de otras prerrogativas y privilegios que jamás pensaron tener, y que les heredaron injusta e ilegítimamente los anteriores diputados. Un gasto anual, lo hemos dicho varias veces, de cerca de 200 millones de pesos, para tener a los diputados mejor pagados del país, y los menos productivos, cargo de conciencia que jamás se quitarán de encima. La verdad, no nos merecemos un Congreso de tales dimensiones y de escasos resultados. No es un asunto menor lo que enmarca este hecho en la Cámara legislativa local. Pero como asunto menor lo vieron nuestros minúsculos legisladores.

Los antecedentes inmediatos

Si nos acercamos al origen de la iniciativa ciudadana, una de las pocas, quizás la única que se ha promovido y para lo que ha servido la Ley de Participación Ciudadana, decretada hace casi una década, veremos que en la propuesta existe mucho fondo, en unas cuantas palabras. El texto que se propuso, y que fue respaldado por miles de firmas de ciudadanos libres, generalmente con una motivación religiosa establece: “El Estado de Baja California Sur reconoce, protege y garantiza el derecho a la vida de todo ser humano, desde el momento de la fecundación o concepción, hasta su muerte natural, salvo las excusas absolutorias ya contempladas en la legislación local”.

Este derecho elemental para proteger la vida de inocentes engendrados, y que por desgracia no se consagró por la abortada reforma a la constitución local puede seguir dando pie para que diputados irresponsables y anodinos y hasta criminales que ven en el aborto todo el derecho que la mujer tiene para decidir la vida del no nacido, en una absoluta y aberrante confusión del derecho de la mujer a decidir, con el derecho a la vida de un nuevo ser humano, que también por desgracia no ha sido considerado como persona en la legislación nacional, es decir, del feto que lleva en sus entrañas, de un momento a otro puede ser retomado para intentar despenalizar el aborto.

Es importante reconocer que la entidad aún conserva vigentes las excusas absolutorias en el Código Penal del Estado, que en su momento fue aprobado por la VIII Legislatura que de 1996 a 1999 lideró Valentín Castro Burgoin, y que por aquellos años fue y sigue siendo un Código de avanzada por que introdujo las excusas absolutorias que actualmente tiene, y que formaron parte de la iniciativa de reforma promovida por el Movimiento Ciudadano por la vida; es decir, dichas medidas no penalizan el aborto cuando este es producto de violación comprobada, malformación congénita del feto y peligro de la vida del producto o de la madre, científica y médicamente demostrado. Pero desde luego no está permitido abortar a voluntad de la madre y aquí se encuentra penalizado, incluso a quienes participan como médicos y quienes inducen y provocan el aborto. Eso en sustancia, era lo que la iniciativa abortada por los diputados “émulos de Pilatos” quería evitar al consagrar con claridad y efectividad el derecho a la vida, mismo derecho que por “cobardía” como se los talló valientemente el obispo de La Paz, Don Miguel Ángel Alba Díaz, en una carta publicada en los medios al día siguiente les consignó para la historia a estos legisladores que cobijados en una estúpida abstención evadieron su responsabilidad histórica, los mismos que cuando les conviene, de los dientes para afuera son católicos y cristianos, y en los hechos se lavan las manos como Poncio Pilatos. Una desvergonzada actitud que los ciudadanos les cobrarán tarde que temprano, como lo hicieron con los legisladores perredistas que en la pasada legislatura se rasgaron las vestiduras defendiendo falsariamente el derecho de las mujeres a decidir en su cuerpo.
Axxel, líder de los abstencionistas

Pero el colmo del cinismo, queriendo verle a los ciudadanos la cara fueron las expresiones de esos nueve diputados amparados en un subterfugio de incoherencias y de expresiones que pocos creen, de las que el mejor exponente fue el diputado del segundo distrito local, Axxel Sotelo Espinoza, coordinador de la fracción del PRI en el Congreso.

Axxel alegó que fueron sorprendidos porque el asunto nunca fue planteado en su agenda por ninguna fracción, ni en las propuestas electorales hechas a los ciudadanos en las campañas políticas. Verdad a medias del legislador, como a medias ha sido su lealtad a sus propios correligionarios de partido, ya que es un secreto a voces que en la pasada elección municipal de delegados la jugó en contra de su propio partido y de Esthela Ponce, especialmente en Todos Santos, donde apoyó al ganador Arturo Eugenio Martínez, el “Papule”, según se dice, por concertación con su compañero panista Presidente de la Gran Comisión, Cuevas Tabardillo. También diputado a medias porque en el distrito 02 si hoy fuese la elección la perdería, porque deja con un palmo de narices a quienes van a buscarlo al Congreso o a quienes en campaña les prometió ayudarlos y ni el teléfono les contesta. Este es el líder de la bancada del PRI, quien a pulso se ha ganado la fama de tacaño y mentiroso. ¿Como la ve?

Para nadie es un secreto que la promoción local de la iniciativa mejor conocida como Anti-Aborto, es una reacción fortalecida por una diversidad de corrientes de pensamiento religioso, en su mayoría católicos, evangelistas y protestantes, desde luego sin la predominancia de las siglas de sus respectivas jerarquías que lo han visto como un gran peligro para la especie humana, como un aberración y como un crimen de lesa humanidad, el que se legalicen medidas como el aborto.

La amenaza legalizadora del aborto es real

La moda del aborto la impusieron hace unos años los perredistas del Distrito Federal, que legalizaron esta conducta, hasta hace poco penalizada en el Código respectivo. Para los promotores, el Jefe de Gobierno Marcelo Ebrard incluido, esta medida pone a la Ciudad de México en los anales de la modernidad, muy de cerca de Estados Unidos y de Europa. Alegando causas socioeconómicas, de discriminación y atropello de los derechos de las mujeres, y sobre todo el malentendido derecho a decidir, los perredistas locales de hace tan solo unos años en el gobierno y la mayoría en el Congreso, apuntalaron iniciativas de reforma similares en la entidad, como en otros estados, pero el tiempo electoral los alcanzó, así como la movilización ciudadana en contra de esta posibilidad, donde miles de paceños se manifestaron pacíficamente a favor de la vida y lógicamente en contra del aborto.

Los legisladores perredistas abortistas del Distrito Federal, una vez que fue combatida con una acción de inconstitucionalidad tanto por la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, como por la Procuraduría General de la República, ambos promoventes de las controversias 146/2007 y 147/2007 ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación, y que desafortunadamente no lograron detener la medida despenalizadora, por inconsistencias en el procedimiento seguido, básicamente porque ni en la Carta Magna ni en la Ley de Salud del Distrito Federal se encuentra consagrado el derecho a la vida desde la concepción hasta la muerte natural, mismo derecho que aquí fue conculcado hace una semana por los diputados del PRI y del PRD que se abstuvieron, así como por la falta de definición conceptual jurídica en la Constitución General de la República. Esa fue la razón a fin de cuentas que evitó que la controversia constitucional del 2007 contra el aborto fuese favorable a los argumentos de la CNDH y a la PGR. Al ganar los abortistas del DF y los propios perredistas locales se sintieron fortalecidos, encabezados por Luis Armando Díaz y Graciela Treviño, creyendo que la razón les asiste. Y aquí en la entidad se envalentonaron y llevaron la iniciativa despenalizadora al Congreso del Estado, en voz de la referida legisladora de origen regiomontano avecindada en Los Cabos y fiel seguidora del defenestrado candidato perredista a la gubernatura, LAD. Por supuesto que las promotoras, en su mayoría “feministas”, de tendencias de “izquierda socialista y revolucionaria”, que de ello solo tienen el membrete, como la tristemente célebre promotora de la despenalización del aborto en la pasada legislatura, Graciela Treviño, que han visto en esta defensa una forma de promover falsa y en forma tergiversada los derechos de la mujer, la libertad sexual, la modernidad, y hasta el refrendo de hacer con su cuerpo, lo que quieran. Que dicho sea de paso, el derecho a hacer con su cuerpo lo que le de la gana, seguramente que lo tenemos, pero no el de atentar, matar con alevosía y ventaja a un ser indefenso, simplemente porque no se cuidó con métodos anticonceptivos, o porque lo siente como un estorbo y un ataque a su libertad. Cómo la ve?

Los promotores de una larga cadena de degradación moral

Pero esta acción legal pro-abortista, no es un hecho aislado, ni casual, ni espontáneo. Es un eslabón de una cadena perversa a la que quieren llevar a miles y millones de jóvenes, con el garlito del “derecho a decidir” en su cuerpo y de autodeterminación individual por el placer sexual, distorsionado, todo lo cual trae distintas consecuencias. Al aborto le acompañan medidas y demandas “liberales y democráticas” como el matrimonio entre homosexuales, la adopción de menores por este tipo de “familias”, la eutanasia y sabrá Dios que otras más inventen los grupos promotores de estas medidas. Hay quienes confunden a su conveniencia el hecho de que el cuerpo del feto, del fruto de la concepción es parte de su cuerpo, y está plenamente demostrado por las ciencias médicas, además por el sentido común, de que el producto de la concepción es un individuo distinto de la madre, no obstante de que depende de ella para vivir y desarrollarse, pero los modernistas y filósofos pro-abortistas se rasgan las vestiduras para afirmar que no es sujeto de derecho, porque no es persona humana, sino un producto, conceptualización por demás aberrante y abominable, porque demostrado está que en los dos gametos, el masculino y el femenino que se unen al momento de la fecundación, constituyen el germen de todo lo que será, genéticamente, humanamente, incluso con todas sus características físicas, intelectuales y emocionales, un ser humano.

Y en una sociedad de la información, donde lo sexual dejó hace mucho tiempo de ser un tabú y un misterio, no se puede alegar desconocimiento e ignorancia, salvo en casos excepcionales, para mantener relaciones sexuales y provocarse un embarazo. Es muy lamentable que sea un Estado el promotor de medidas criminales abortivas como la despenalización, pues ya la legislación penal contempla excepciones como en los casos de embarazos producto de violaciones, donde peligra la vida de la madre, malformaciones congénitas científicamente demostradas, etc., por lo que no hay razón para abonarle al libertinaje y a la decisión de matar a inocentes, a humanos indefensos, tan solo por negligencia o no asumir compromisos.

PRI y PRD: le sacaron al parche

Luego entonces, lo que está en juego con el rechazo a defender la vida y estipularla en nuestra Ley Suprema de la entidad no es una medida jurídica, sino la consumación de valores morales y éticos, respecto al proyecto de vida humano. Y tan no es un asunto ideológico y ni religioso, que el debate en el Congreso no se dio, alegando que no tuvieron tiempo para hacerlo.

La fracción parlamentaria del PRI perdió la oportunidad de demostrar principios y convicciones, y se plegó a un moribundo PRD que cayó tan bajo en las preferencias electorales, como grande fue la ambición de sus caciques. La postura del coordinador Axxel Sotelo, de no estar en contra ni a favor de nadie, más que una postura comodina es simplemente “sacarle al parche”. Queda para la historia y para las elecciones que vienen dentro de cuatro años. Qué tal!

Para cualquier comentario, duda o aclaración diríjase a abcdario¬_@hotmail.com

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