viernes, 6 de mayo de 2011

Blanco y Negro

Y ahí estaban, en la sala de gobernadores el Tano Pérez y su sombrero. Se veía ridículo, pero ahí estaba.

En Comondú no saben si votaron por un alcalde o por un sombrero. Y no saben quién es el alcalde: el Tano o el sombrero.

Marcos saludó al reportero, desde lejecitos. Pensé que caminaría los seis pasos que nos separaban, pero ni se movió. Ojalá y no sean los primeros síntomas del mareo del poder.

No sabía que a LAD le decían “el Malamen”. Y es que cuando quiso ser gobernador, todos rezaban: “…y líbranos del mal, amen…”.

Afortunadamente Diosito oyó los ruegos de los sudcalifornianos, aunque sigue haciendo daño en Los Cabos.

La pregunta inocente del mes: ¿Cuántos funcionarios del gobierno estatal y municipal hicieron declaración patrimonial?

Dice mi “amigo” Salvador Salgado que yo no puedo preguntar a nadie: ¿cuándo nos vemos? Qué cruel.

Si combinamos el azul panista con el amarillo perredista, que es la mescla del gobierno estatal, tendríamos el color verde de la esperanza. Pero muy verde.

Aunque también puede significar el color de muchos funcionarios que parecen aguacates: están muy verdes y tienen un hueso muy grande.

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