domingo, 22 de septiembre de 2013

Blanco y Negro

Resulta gratificante que un grupo de muchachos y de muchachas, al margen de partidos políticos, se hayan unificado ayer en un centro de acopio, para ayudar a los damnificados.

La ayuda irá a Sinaloa. Ayer estuvimos en el centro de acopio, instalado en el Parque Morelos, a donde acudió mucha gente.

Decía que resulta muy grato saber que los jóvenes sudcalifornianos, hombres y mujeres, practican la solidaridad con sus hermanos de Sinaloa. Muy bien, muchachos.

Nosotros, gracias a la magia del gobernador y sus palabras mágicas, no sufrimos los estragos del huracán Manuel.

Lo que me recuerda a Manuel Salgado Amador que era un volcán en erupción y un ciclón de nivel 5, convertido ahora en un manso arroyo tropical.

También están en reposo los volcanes de Leonel Cota Montaño, Narciso Agúndez, Rosa Delia y otros miembros de la familia sagrada perredista.

El que volvió a dar señales de vida, pero sin la contundencia de antes, fue el Peje, en el DF, que hasta retó al presidente Peña para que lo reciba en audiencia. Si, Chuy.

Creo que el Peje está como la canción de José José: es un volcán apagado.


El informe de Axxel Sotelo tiene tres palabras: no hice nada. Cabe en un post-it, esos papelitos adhesivos.

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