martes, 4 de junio de 2013

Blanco y Negro

Por segunda ocasión, los diputados panistas y los de oposición al PRI, no me dejaron ganar la medalla Francisco King.

Como que estoy sospechando que les caigo gordo. Es mucha coincidencia.

No quiero pensar que es porque no soy nativo. Pero quiero que sepan que soy más nativista que muchos nativos.

Cuando llegué a La Paz el 12 de octubre de 1971, me enamoré de La Paz. Y ahora soy más sudcaliforniano que muchos sudcalifornianos.

En 1972, el 7 de junio, un jurado autónomo me otorgó la medalla “Ignacio Bañuelos Cabezud”, curiosamente fundador del Eco de California.

Cuando se me otorgó esa medalla, entregada por Félix Agramont Cota, el anterior ganador devolvió la que había ganado en 1971.

En 1982, la Confederación Nacional de Colegios de Profesionales, me otorgó el premio “Las Plumas de Oro de Concap”.

Entregaron uno por cada estado. Orgullosamente, representé a Baja California Sur. Pero poseo la mejor medalla: el respeto de la sociedad sudcaliforniana.

Que bueno que no competí por el premio al aprendiz de reportero. Sino, con estos panistas, tampoco lo hubiera ganado.

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