martes, 7 de mayo de 2013

Blanco y Negro


Sucedió en Los Mochis. El profe Lares era un buen maestro, muy serio y muy profesional. Pero un día amaneció con los cables volteados y perdió el sentido de las cosas.



Se le metió la idea de que podría ser presidente de la República. Y “trabajó” en ello.

En pleno calor, el profe Lares hacía ejercicio físico, vestido de negro y con zapatos bostonianos para estar en condiciones de dirigir la República.

Un día, un rico agricultor de la región, le extendió un cheque por “un millón de besos”. Leyó bien: de besos, no de pesos.

Pero el profe se empeñaba en que el gerente de Bancomer le hiciera efectivo el cheque. Lo que era la comidilla del día.

El día de las elecciones, un grupo de vagos, entre ellos yo, le declaró ganador, se le impuso la bandera nacional en el pecho y se le tomó la protesta.

El día de la ceremonia llegó al estadio de beisbol, donde el profe rendía protesta, un pelotón de soldados, que nos detuvieron a todos.

Total que hasta el inspector de policía fue detenido por mancillas los símbolos patrios, como la bandera nacional.

Mañana relataré otras aventuras del profe Lares, como cuando se burló de otro loquito que quería ser alcalde de Los Mochis.

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