Una ligera equivocación de términos, del
gobernador de Sinaloa, Mario López Valdés, que confundió microorganismos con
micro-orgasmos. En qué andaría pensando.
Eso me recordó al
comentarista de boxeo, Julio César Chávez, que confundió estético con estático.
Dijo que veía a uno de los contendientes muy “estético”.
En cuanto asomó la cabeza, “la gallinita
asustada”, Axxel Sotelo, se lo acabaron los priistas.
Sin embargo, terco
como es y cínico como siempre ha sido, insistirá en ser líder del PRI. En el
remotísimo caso de ser electo, el PRI retrocedería, por lo menos, 50 años.
Y ahora, una anécdota personal. Conocí a Nicolás
Zapata, hijo del
Caudillo del Sur en Anenecuilco, Morelos.
Me dijo que el hombre
que fue asesinado en Chinameca, no fue su padre, don Emiliano sino una persona
muy parecida, que se llamó Agustín Cortés.
Que su padre huyó a la India, en donde
falleció. Nicolás estaba amargado, pero no loco.
Mi periódico, el
Diario de Guadalajara, se negó a publicar la versión, “porque trastocaríamos la
historia”.
Meses después la historia fue publicada en el
Excélsior y ganó un premio nacional, el reportero que la público.
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