domingo, 5 de mayo de 2013

Blanco y Negro


Desde hace algún tiempo a la fecha, he tenido la intención de publicar un libro que se llamaría Política y Humor, en el que relataría anécdotas personales y de políticos locales o nacionales.


Por ejemplo, Víctor Liceaga me contó que una vez que fue de gira a San Evaristo, decidió adelantarse a lo que sería, sin duda, el tema más importante: el camino de acceso.

“Qué bárbaro. Este camino está mejor que la Carretera Transpeninsular”, les dijo con sarcasmo.

“Si, pues. Nomás le falta las rayas del medio”, le respondieron los rancheros con el mismo sarcasmo del entonces gobernador.

El mismo Liceaga me contó una vez, cuando fue presidente del PRI, que fue en gira de trabajo, pero que en el camino se les atravesó una vaca, con la que chocaron.

En la comitiva viajaba el Médico Veterinario Aurelio Martínez Balboa. “Me llamó la atención que, en lugar de preocuparse por nosotros, le estaba tomando la presión a la vaca”.

En una gira del entonces gobernador, Ángel César Mendoza Arámburo, visitó la Casa de la Juventud. O sea, el CREA.

El jefe de obras públicas era el arquitecto Juan Velázquez, que mientras mostraba el proyecto de remodelación, sostenía su mano izquierda sobre la cintura.

Todos estábamos muy atentos hasta que oímos la voz de Antonio Wilson, entonces presidente del PRI. “Arquitecto, párate como Ingeniero, caón”, le gritó.

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