Cuando Alfonso G. Calderón, era gobernador de
Sinaloa, visitó a don Enrique Olivares, gerente de Banobras, en el DF. Eran muy
amigos.
En cuanto lo vio, don
Enrique le dijo a Calderón: “hola, gobernador narco”.
Calderón, le respondió: “prefiero ser
gobernador de un estado narco que de un estado tan pequeño, como
Aguascalientes, que sí alguien pega un jonrón, la pelota cae en Jalisco”.
El gobernador
Calderón, que fue muy amigo de Fidel Velázquez, contaba que en el aniversario
número 90 del viejo líder obrero, le regalaron en elefantito recién nacido.
Y que don Fidel lo rechazó cuando se enteró de
que esos animalitos podían vivir hasta 100 años.
“Mejor llévenselo”,
dijo don Fidel. “Cuando se mueren de viejos, se queda uno muy triste. Ya me ha
pasado con perros”.
Hace muchos años, viajaba con el capitán
Castañeda, en un avioncito del gobierno del estado. Me sorprendió que prendió
las luces muy temprano.
Cuando le pregunté por
qué hacía eso, me respondió: “es que es de muy mal agüero chocar un avión.
Nunca te vuelven a dar chamba”.
En 5 de febrero y Abasolo se construye otro
Oxxo así como en diversos puntos de la ciudad. Así La Paz se llamará Oxxilandia,
la tierra de los Oxxos.
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