
Son capaces de besar
niños, abrazar mujeres sudorosas, ofrecer ríos donde no llueve y una que otra
mentirita más.
Un político es capaz de apadrinas niños a los
que nunca más vuelven a ver y hacer compadres y comadres con tal de conseguir
el voto.
En mi vida he conocido
muchos políticos y son muy pocos los que realmente sienten lo que dicen.
He conocido una gran mayoría de políticos que
son unos en campaña, y otros cuando acceden al poder.
Cuando andan en
campaña, saludan a todo el mundo, dan su teléfono celular, y llaman con la
mayor frecuencia del mundo y contestan a todos.
Cuando llegan al poder, no vuelven a contestar
nunca al teléfono y se esconden en sus oficinas para que no los molesten.
Por fortuna, la política
es como el mar: arroja la basura y nunca más la vuelve a recuperar. Cualquier parecido
con la realidad sudcaliforniana es una mera coincidencia.
Si usted conoce a alguno con estas características,
acertó. Porque la política y los políticos serán siempre así.
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