Qué hermoso espectáculo político, social y cívico,
de los maestros de Guerrero y Michoacán, entre otros.
Es una hermosa lección
de civismo para sus alumnos verlos apedrear el Congreso de Chilpancingo, de
demoler la obra federal en caminos y puentes.
Es gratificante para sus alumnos y un bello
ejemplo, faltarle el respeto a los derechos de los demás ciudadanos, sin
importar el daño que les causan.
Es un lindo ejemplo enmascararse
para enfrentar a la autoridad y, repito, faltarle el respeto a sus propios
conciudadanos.
No es por nada pero a veces sospecho que no son
maestros, sino revoltosos, en busca de notoriedad luchando por sus propios
intereses, sin importar lo demás.
Afortunadamente, en
Baja California Sur hay verdaderos maestros, muy ajenos al mal ejemplo de sus
colegas de Michoacán, Guerrero y Oaxaca.
Una cosa es luchar por la verdad y la justicia y
otra anteponer sus intereses personales y de grupo, en perjuicio de la sociedad
misma. He dicho.
… Y las delegaciones
siguen esperando. Y los suspirantes, suspirando.
Me dijo ayer un amigo: “Estoy en una situación desesperada,
por falta de chamba. Pero tengo la firme sospecha de que mi situación va a
empeorar”.
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