
El hermoso edificio “luce”
las denuncias, quejas y lamentos de la gente que comanda Esteban Ojeda.
El inmueble es usado por los disidentes como la
anti-cultura pues “enseña” lo que no puede ni debe ser.
Es un mal ejemplo para
los jóvenes y niños a los que se les esta mostrando la negación misma de la
verdad y la justicia.
A través de ese constante bombardeo con freses
hirientes y la desinformación, se enseña a los niños y a los jóvenes a ser lo
que no deben ni pueden ser.
Se enseña que la
intolerancia y la sin razón son armas indecentes para obtener derechos y privilegios
no merecidos.
Se les enseña que, con presiones puedes obtener
un cheque quincenal, sin el menos esfuerzo, pero la pérdida, al mismo tiempo
del prestigio personal.
Es, en síntesis, lo que un ciudadano, un
hombre, un joven, se pierde ante la ambición y la falta de razón.
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