Factor Peña
A escasos días de las elecciones, en Baja
California Sur se percibe el triunfo electoral de Enrique Peña Nieto. La pregunta
es se será factor para que los aspirantes al Senado y al Congreso serán
arrastrados por ese factor. Ricardo Barroso tenía mucho tramo recorrido desde
su participación como candidato a gobernador. Se supone que no habrá problema
para que gane. Isaías González Cuevas, como decíamos en entregas anteriores,
hizo y sigue haciendo una campaña para ganar. Se le vio caminando por las
calles, visitando domicilios, estrechando manos, haciendo compromisos, haciendo
señalamientos, lo que pudiera significar también un triunfo electoral. ¿Es
posible que Ricardo e Isaías ganen? Si, es posible. Analistas políticos coinciden
en esa posibilidad. Algunos ven débil a Oscar Francisco Martínez Mora y con
escasas posibilidades a Sandra Luz Elizarrarás. Sin embargo, hay que pensar en
el factor Peña. Martínez Mora compite con el panista Arturo De la Rosa, muy
cuestionado por la sociedad. Y Sandra Luz compite con Pancho Pelayo, que tendrá
a su favor el apoyo del partido gobernante y de su primo el gobernador Marcos
Covarrubias. Insisto: el factor Peña pude decidir el triunfo de los candidatos
del PRI.
Emergentes
No hay que olvidar que también Esthela Ponce estará
en la jugada del 2015. Buscará -otra vez- la gubernatura. A pesar de un año de
ejercicio del poder, no se ha deteriorado mucho su imagen. En el caso de que
Isaías y Barroso ganen, Carlos Mendoza iría al Senado como primera minoría. Y en
ese caso también estaría en la pelea por la gubernatura. También hay que
considerar las figuras políticas emergentes. Si Juan Alberto Valdivia le entrega
buenas cuentas a Peña Nieto, habría que ponerlo en la lista. Y por el PAN, a
Armando Martínez Vega, que ha sido una revelación política del actual sexenio. Es
atento, amable, servicial y muy trabajador. Valdivia, en caso de no luchar por
la gubernatura, estaría listo para la alcaldía de La Paz, junto con Omar
Zavala.
¿Habrá?
Los analistas de los hechos electorales se
hacen la pregunta siguiente: ¿habrá o no habrá problemas post-electorales desde
el mismísimo primer minuto del primero de Julio o en los días posteriores? Es
una buena pregunta. El resultado de la misma es de acuerdo con que pie se
levanto Andrés Manuel López Obrador ese día y conque porcentaje no fue el
ganador de la jornada electoral. Si con una diferencia de menos de un punto
porcentual hizo lo que hizo, desquiciando a la Cd. de México durante varios
días, autonombrandose Presidente de la República legitimo con su águila
juarista al frente de su pecho, no se sabe a ciencia cierta lo que ahora hará
en esta elección si pierde, como todo apunta que así será, en base a las
encuestas serias. De López Obrador hay que esperar lo inesperado. Lo habíamos
anotado en esta columna en días anteriores. Sin embargo, la elección del 2012
no es la misma que la del 2006. La ciudadanía esta mejor y mayormente enterada
de los asuntos políticos-electorales de este país; tiene las redes sociales que
le informan en tiempo real de las cosas y, además, los medios masivos de
comunicación, como los periódicos, la televisión y la radio, han jugado, hoy
mas que nunca, un papel preponderante al informar para que la sociedad pueda
dilucidar, evaluar, desmembrar o analizar mejor su voto como lo habría hecho en
el pasado. El argumento premeditado que actualmente esta utilizando López
Obrador es el de un candidato perdedor, autoritario, de falto de legalidad y
que quiere "ponerse el zapato antes de espinarse". Si gano yo, todo
fue legal, claro, sin macula y las instituciones, que antes mande al diablo,
ahora si funcionan. Ah, pero si no, fue un fraude colosal y sin memoria
histórica entre los mexicanos. Pues así, ¿cómo? ¿Se quiere y se desea un mesianismo
y una anarquía para México para los próximos seis años? Por supuesto que no…
Hasta mañana. Dios los bendiga a todos.
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