Lección
Ayer, en tribuna, el diputado del PRI, Juan Alberto Valdivia Alvarado dio una cátedra sobre la diputación plurinominal al presidente de la Gran Comisión, Gil Cueva Tabardillo. Con palabras directas pero respetuosas Valdivia enseñó a Cueva que el respeto a las minorías es una de los valores de la democracia que se vive en México y en el mundo. Valdivia se refirió a las infortunadas declaraciones de Cueva, difundidas en algunos medios. Le dijo, entre otras cosas. “Que quienes no aceptan la pluralidad no son demócratas ni representantes populares, sino remedos fascistas incapaces de sostener con argumentos sus puntos de vista en un debate abierto”. Cueva había lamentado que los diputados plurinominales ganen el mismo salario que los que resultaron electos por mayoría, “como si Cueva Tabardillo los pagara de su propio salario o como si el dinero para pagarles fuera propio y no de el Congreso”, le dijo Valdivia.
El diputado priísta le hizo notar a Cueva que los diputados plurinominales tienen el mismo valor de quienes resultaron electos por mayoría relativa y que entre el propio Valdivia y Omar Zavala Agúndez, representan casi 14 mil electores, una cantidad muy superior a la que representa el comundeño.
Después de la intervención del Valdivia, Gil Cueva se disculpó públicamente por las infortunadas declaraciones. Mañana continuaremos con el tema.
Boxeo
Creo que a nadie le queda alguna duda que el proceso electoral federal, que inicia el 7 de octubre próximo y termina el 31 de agosto del año que entra. Será muy difícil, complicado y problemático para el PRI y para su candidato a la presidencia de la república. Felipe Calderón y el PAN desde hace algunos meses lo han demostrado con el envío de una serie de "cañonazos" hacia la línea de flotación del viejo partido y hacia personajes políticos representativos del mismo. ¿Qué está por venir y qué veremos? Solamente el tiempo nos lo dirá. ¿Tendrán éxito? ¿Afectaran a los tricolores y a su proyecto presidencial? Es claro y mas que demostrado que los panistas, encabezados por Calderón, no entregaran "la plaza" así como así. No, que va. Les costo sangre, sudor, tiempo y muchas lagrimas levantarse de la lona y ganar por decisión unánime en julio del 2000. Ya les gusto y se acostumbraron al cinturón del campeonato de Los Pinos. Tienen puestos los guantes de ocho onzas para la próxima refriega, nada mas que al pugilista preferido del gran manager le falta entrenamiento y preparación boxística, que hasta los de su mismo establo, hoy, van arriba en las tarjetas de los jueces panistas. Este pugilista tendrá que sudar más la gota gorda en el gimnasio e irse a trotar al cerro de la Malinche para adquirir una condición física inmejorable, ya que le podrían esperar diez largos "rounds" (octubre-agosto) de zafarrancho de combate cruento y sangriento. El publico ya llenó la arena de box y lucha con 110 millones de asistentes, que esperan y desean que gane el mejor en estas lides. Únicamente esperan que no existan golpes por abajo del cinturón, ni golpes con la cabeza y los codos y que nadie tire la toalla a favor de nadie.
Tintero

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