La diferencia
Allá por el nefasto mes de abril de 1999, fecha en que Leonel Cota Montaño asumió la gubernatura del estado por el PRD, los priistas fueron perseguidos, calumniados, humillados, despedidos, vejados y, algunos, hasta defenestrados. Los que fueron despedidos de sus puestos de trabajo, fueron desmeritados sin que su relación laboral fuera, ni por equivocación, apegada a lo que estipula la Ley Federal del Trabajo. Fueron corridos sin misericordia, pues. El perredismo actuó sin complacencia alguna en contra de los trabajadores que tenían inclinación ideológica con el viejo partido político. A la calle, era el argumento, la voz en cuello y las indicaciones del nuevo gobernador. El personaje que recibía las órdenes era el nuevo Oficial Mayor de Gobierno, Víctor Guluarte Castro. Las cumplió a cabalidad por venganza, por soberbia, por prepotencia, por iniciativa propia y, los menos dicen, por institucionalidad a su jefe político. Por lo que haya sido, los trabajadores priistas fueron tratados con la "punta del pie" y no liquidados económicamente como el sentido humano lo expresa y, lo más importante, como lo estipula la Ley Federal del Trabajo, repito. Ellos y sus familias sufrieron las consecuencias en el corto, en el mediano y en el largo plazo. Estaban marcados en la piel como en la época nazi de los años cuarenta del siglo pasado y sus oportunidades de trabajo en los sectores públicos estatal y municipal totalmente limitadas. A los leones, se afirmaba por otra parte. La historia se repite doce años después. Ahora con un sentido totalmente diferente. El PRI retomo la Administración Municipal de La Paz dejando en el camino a los perredistas. Sin embargo, con un sentimiento humano y de justicia, la Presidenta Municipal, Esthela Ponce, ha girado la indicación a su Oficial Mayor que se liquiden los trabajadores conforme a la Ley en la materia que no estén de acuerdo con el actuar y la forma de pensar de los tricolores. Las puertas están abiertas para el que se quiera retirar o para el que se quiera quedar bajo las nuevas directrices de gobierno. El nuevo Ayuntamiento esta formulando una "bolsa" económica, en estos tiempos financieros difíciles, para cumplir humanamente con ese propósito. En 1999 y en el 2011 son dos formas distintas de hacer política. La primera con un autoritarismo ramplón, populista y desvelado, y, la segunda, con un sentido democrático, plural y humanista. ¿Con cual se identifica usted? El caso Reyes
El caso de Alfredo Reyes Cervantes, al interior del gobierno municipal paceño, empieza a convertirse en un serio problema para la estabilidad. Sin reglas definidas respecto de su cargo de Secretario Técnico, Alfredo se mete en todo. A demás, lo hace de manera prepotente. Esta actitud provoca enojo, irritación y coraje entre funcionarios y miembros del Cabildo. Esthela Ponce tendrá que tomar pronto una determinación: o fija las reglas o se deshace de Reyes. El maestro, que militó en las filas del PRD y sirvió a Narciso Agúndez, se incorporó de última hora al equipo de Esthela Ponce y ahora es un problema porque quiere mandar más que su propia jefa. Tiene un propósito: convertirse en el próximo presidente municipal de La Paz… y trabaja para ello. Ya ha colocado gente en áreas estratégicas con el propósito de manipular el gobierno, en un acto de deslealtad hacia su jefa política.Tintero
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