jueves, 5 de junio de 2014

Blanco y Negro

Imagino a Leonel, a Narciso y a Rosa Delia como zopilotes defendiendo el cadáver putrefacto del PRD.


Nada se puede hacer ya por ese partido que pudo haber gobernado 18 y no 12 años, por la esperanza que despertó en el pueblo.

Pero si el gobierno de Leonel fue infame, el de Narciso fue peor y el gobierno municipal de Rosa Delia fue desastroso.

La gente se decepcionó. Se desilusionó. Despertó del sueño en que lo hizo caer Leonel.

Y básicamente Leonel que, con falsas promesas, ofrecía el paraíso político y el desarrollo de un pueblo, como decía Colosio, hambriento y sed de justicia.

Pero las palabras de Leonel cayeron por su propio peso. El gobierno conciliador que se ofreció, se convirtió en represor.

El gobierno que dijo lucharía por dignificar la política, la llenó de lodo. El gobierno que prometía cuentas claras, puso una gran capa de opacidad que no permitió ver nada.

Ya lo hemos dicho: el de Narciso no fue tan malo. Pero fue un gobierno indiferente, ajeno a la gente, con obras de relumbrón.


Por eso el PRD no tiene futuro. Ni él, ni sus aliados el PT y Movimiento Ciudadano.

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