Imagino a Leonel, a Narciso y a
Rosa Delia como zopilotes defendiendo el cadáver putrefacto del PRD.
Nada se puede hacer ya por ese partido que pudo haber gobernado 18 y no
12 años, por la esperanza que despertó en el pueblo.
Pero si el gobierno de Leonel fue
infame, el de Narciso fue peor y el gobierno municipal de Rosa Delia fue desastroso.
La gente se decepcionó. Se desilusionó. Despertó del sueño en que lo
hizo caer Leonel.
Y básicamente Leonel que, con
falsas promesas, ofrecía el paraíso político y el desarrollo de un pueblo, como
decía Colosio, hambriento y sed de justicia.
Pero las palabras de Leonel cayeron por su propio peso. El gobierno conciliador
que se ofreció, se convirtió en represor.
El gobierno que dijo lucharía por
dignificar la política, la llenó de lodo. El gobierno que prometía cuentas
claras, puso una gran capa de opacidad que no permitió ver nada.
Ya lo hemos dicho: el de Narciso no fue tan malo. Pero fue un gobierno
indiferente, ajeno a la gente, con obras de relumbrón.
Por eso el PRD no tiene futuro.
Ni él, ni sus aliados el PT y Movimiento Ciudadano.
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