miércoles, 29 de enero de 2014

Blanco y Negro

Los invito a disfrutar, del ingenio de Eligio Moisés Coronado, las confusiones de sus conocidos. Buen provecho.

Mis amigas encontraron a su cuñada en una zapatería, y ésta les informó que estaba ahí buscando unos zapatos destalonados de la punta.

Platica Estela que un gallego, cuando encontró  lo que buscaba afanosamente, en vez de la exclamación griega ¡Eureka! exclamó ¡Euzkadi!

Cuenta Emmanuel que aquel estudiante de Odontología quedó reprobado en el primer semestre porque se refirió a una lesión en el paladar inferior.

Algo así como cuando el ranchero, para explicar que su compadre era muy tacaño, dijo que era más duro que la quijada de arriba.

Aquel presidente municipal de Comondú expresó, en su último informe de gobierno, que a él podían acusarlo de todo, menos de imparcial.

La tía recomendó a su hija que fuera a practicarse análisis porque estaba muy gorda y posiblemente ésa fuera la causa de sus malestares de la última semana.

Al término de los exámenes, la tía platicó a la familia que a la chica le resultó ¡diabetes en fase temprana y los sisticercos hasta el cielo!


De una amiga mía: "Las oportunidades están siempre a la puerta de la esquina."

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