Resultó tan bueno para crear pruebas de sus
dichos, que Andrés Manuel debiera dedicarse al cultivo y sembradío de pruebas.
Lo único malo del Peje
es que esas pruebas casi nunca prueban nada. Sin embargo, insisto, sería un
buen pruebicultor.
Por cierto que ayer el Tribunal Electoral
Federal le dio el tiro de gracia cuando, a la hora de escribir estos
comentarios, ya había fallado.
Yo tengo mucha
curiosidad, como todo el país, por saber qué hará, a partir de ahora López
Perdedor.
Otra gran incógnita es ¿qué va a pasar con los
70 diputados federales y 8 senadores del Perderé?
¿Van a renunciar a sus
grandes sueldos para seguirle la corriente al Peje?
Yo, sinceramente lo dudo, a menos que cada uno
tenga su propia Honestidad Valiente, que les permita vivir, sin trabajar.
A veces, el Peje me
recuerda las trampas que el Coyote la pone al Correcaminos y que él mismo cae
en ellas.
Pero por otra parte, la verdad es que ya
estamos hartos de los papelitos que juega el Peje. Como que ya chole ¿no?
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