Cambio de parecer
Ahora la frustración y la soberbia demostradas
por Andrés Manuel López Obrador van mucho mas allá de que la elección fue
ganada por "la gran mafia" o por "los de arriba”, como era su
cantaleta hace unas semanas. En su nueva estrategia poselectoral va en contra
de dos empresas particulares que ya han desmentido su participación en sendas
planas en los diarios nacionales. Hoy, las elecciones se ganan, según su corta
visión de las cosas, comprando las conciencias de las personas que no son unas
cuantas, no, son mas de cinco millones, según su dicho, compradas con una
tarjeta de descuento en bienes y servicios. Sera harto difícil demostrar con
pruebas fehacientes y creíbles las temerarias declaraciones del nacido en Tabasco
y de su coordinador de campaña, Ricardo Monreal. Es por eso que, de presentarse
la queja o impugnación ante el Tribunal Federal Electoral (TRIFE) como todo
parece indicar, este tendrá hasta el 6 de septiembre para resolver u otorgar un
veredicto sobre el caso o casos que estén a su consideración. López Obrador
lleva tres candidaturas a un cargo de elección que pierde y no reconoce su
derrota. En todas ellas siempre ha utilizado el mismo argumento: el fraude. La
primera, cuando fue candidato a la gubernatura de Tabasco por partidos de
izquierda y que perdió con el priista Roberto Madrazo. La segunda, en el 2006
que perdió la elección a la presidencia de la república con el panista Felipe
Calderón. La tercera, hace unos días, con el candidato presidencial del PRI,
Enrique Peña Nieto. Si gano yo existe democracia y, si no, toda la elección fue
un cochinero, parece decir. Lo demócrata le aflora por los poros, seguramente.
¿Estará velando sus armas para una eventual candidatura a la Presidencia de
México en el 2018? De el todo se puede esperar. Es un personaje muy predecible,
como lo califico el Presidente Calderón. Sin embargo, es muy probable que en el
futuro cercano sea el que "parta el pastel" y se apropie del partido
llamado Movimiento Ciudadano, el otrora Convergencia, para de ahí lanzar sus
obuses en contra de las políticas publicas que intente aplicar el nuevo
gobierno de Peña Nieto ya que lo calificara como espurio e ilegitimo para
intentar debilitarlo. Lo mismo que manejo y utilizo hace seis años. López
Obrador sabe que dentro del PRD no lo podrá hacer porque existen políticos
dentro de ese partido que son de una izquierda más moderada y moderna que no
están de acuerdo con sus maniobras electoreras. Andrés Manuel aseguro, en
conferencia de prensa, que será el jueves cuando determine si pide o no la
anulación de las elecciones. De antemano debe decirse que su solicitud será
negada por el tribunal electoral. Simplemente, no procede. La pregunta ahora es
qué hará el tabasqueño.
Otro perdedor
Decíamos en entregas anteriores, que el gran
perdedor de la elección del 1 de julio fue el Partido Acción Nacional y es
cierto. A nivel estatal, el gran perdedor fue Leonel Cota Montaño. Empecinado
como el Peje, obsesionado por el poder, cegado por la ambición, intento ser
senador. Los votos, sin embargo, no se lo permitieron. Como el lector recordara
también quiso ser alcalde de Los Cabos y la gente no votó a su favor. Esa
lección debió bastarle para entender que la gente ya no lo acepta. Pero Leonel,
como el Peje, no entiende razones. Viven en un mundo que no corresponde a la
realidad. Les gana la pasión, el afán protagónico y el deseo de sobresalir, sin
importar las consecuencias. Si Leonel hubiera ganado la senaduría, jure usted
que hubiera pretendido, otra vez, buscar la gubernatura de Baja California Sur.
Ojalá que entienda, de una vez por todas, que su tiempo ya paso, que debe dejar
el espacio a nuevas figuras políticas y que debe aprovechar su experiencia para
transmitirla a las nuevas generaciones que busquen una oportunidad en el
generoso campo de la política. Ojalá. Pero lo cierto es que, como Andrés
Manuel, seguirán acumulando decepciones, sembrando odios, incubando rencores,
como su única razón de vida… Hasta mañana. Que el Gran Arquitecto del Universo
los cuide, proteja y bendiga a todos.
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