Leonel Cota fue un pésimo gobernador. Y de eso
hay miles de testigos a lo largo y ancho de Baja California Sur.
Leonel fue un malísimo
Presidente Nacional del PRD. Muy mal diputado federal y un malísimo alcalde.
Pero no sabíamos que era un mal boxeador. Hasta
que Jorge Ramírez lo noqueo en las afueras de su rancho (de Jorge) el pasado
fin de semana.
Resulta –dijo la
mitotera– que Leonel fue a echarle bronca a Ramírez por causa de unas
despensas, como dicen los corridos.
Y es que a Leonel le dio por imitar a Elliot
Ness cuando perseguía a Al Capone en La Gran Recesión de los EU.
Nomás le falto la
metralleta Thomson y la gorrita de detective para detectar a personas que
recibieron despensas.
Localizados los peligrosos delincuentes que recibieron
esas despensas, les atravesaba el carro como Los Intocables.
Luego, sintiéndose el
Llanero Solitario, llamaba a los ministeriales y los entregaba a la justicia.
Qué triste papel el de Leonel Cota de terminar
en un persecutor de quienes no cometieron ningún delito, porque recibir una
despensa no es ningún delito.
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