Gracias a Felipe Calderón en este país abundan
los ociólogos: son especialistas en ocio. No hacen nada.
Y es que Calderón
había ofrecido que sería el presidente del empleo pero resulto el presidente
del desempleo.
Los únicos que agarraron chamba fueron los
sicarios y así les fue: hubo 70 mil muertos. Así, pues, se pudiera decir con
propiedad que Calderón fue el “presidente de la muerte”.
Tiene razón Jisela
Páez: los consejeros de la Comisión Estatal de los Derechos Humanos tienen
derecho a una remuneración. No les dan ni para gasolina.
En cambio, el presidente de ese organismo tiene
ingresos fijos mensuales por 60 mil pesos, mínimo. No es justo.
No cabe duda que mientras más tiempo pasa,
se tienen ideas más descabelladas. Mírenme a mí. Pero eso sí: no tengo un pelo
de tonto.
Qué bueno que Loreto es Pueblo Mágico. El
presidente municipal Jorge Hábil-no-es (Avilés) Necesita una varita mágica para
localizar al chino Yuan Yee.
Por cierto que algunos
aseguran que volvió a su tierra. Que se fue mucho rumbo a la China. Otros dicen
que se anda chinando lo que se llevó.
Leonel ya se siente senador. Es más fácil que
Rosa Delia sea gobernadora a que Leonel obtenga los votos suficientes para ir
al Senado. Si acaso irá cenado.
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