domingo, 17 de junio de 2012

Blanco y Negro


El alcalde de Los Cabos, el Tony Agúndez, tomo un curso intensivo de idiomas para convivir con los presidentes del G-20.

Nomás aprendió dos palabras en ingles: Welcome (bienvenido) Good luck (buena suerte). El cerebro no le da para más.

Los alcaldes de Mulegé y Comondú se negaron a tomar parte en los trabajos del G-20, pues no tienen problemas económicos.

El Guille Santillán y el Tano Pérez dijeron que, si acaso, podrían asistir al evento como asesores económicos.

Dicen que en cuanto llegó a Los Cabos, el presidente Obama pregunto por César Uzcanga, para invitarlo como asesor en materia de desarrollo social.

Y el que, de plano, no pudo asistir, aunque le hubiera gustado mucho estar presente para orientar a los lideres mundiales, fue Narciso Agúndez.

Por razones ajenas a su voluntad, el señor ex gobernador tuvo que permanecer en esta capital atendiendo algunos asuntos de orden judicial.

Claro, le hubiera fascinado meter las narices en esos temas tan apasionantes de la economía mundial. Ni modo. Ya será en otra.

Ayer me sentí padre de más de cuatro. Conviví con mis nietos Carlos Andrés y Leo. Insisto: los hijos de nuestros hijos son una bendición de Dios.

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