lunes, 8 de agosto de 2011

Crónicas sudcalifornianas


ACTUALIDAD


MUY CHISTOSITOS

Cuando, luego de la exhibición de un baile de rock’roll en parejas de los años 60s, preguntaron a una chica cuál era su opinión al respecto, expresó:
- Se ven muy chistositos... 
Con evidente tonillo de ironía y burla mal disimulada.
Como proveniente de esa época, la frase me molestó, obviamente, pero antes de decir delante de la concurrencia algún exabrupto poco inteligente alusivo al comentario de la niña, decidí dar vueltas al asunto:
Las cosas nuevas deben tener un antecedente, desde luego, y aunque parezcan ahora ridículas o cursis, fue necesario, en todos los casos, que las antiguallas hayan existido para dar paso a las nuevas ediciones, que luego serán, a su vez, antiguallas.
No hay manera de evitarlo: para disfrutar los excelentes modelos de automóviles de ahora, debimos tener antes las maravillas de los primeros tiempos de la época automotriz. 
Y que ahora se les aprecia como “clásicos”, a veces incluso más caros que los nuevos.
Tuvimos que padecer las inconveniencias de la telefonía primitiva para llegar a poseer en la actualidad los aparatos móviles, pero antes los de disco y enseguida los digitales. 
Y en salas elegantes son exhibidos con orgullo algunos ejemplares del periodo inicial, de extraordinario refinamiento. 
Fue indispensable que las computadoras ocuparan espacios enormes para que ahora tengamos una personal en casa y una lap-top en mano, con acceso a una red de comunicación universal impensable en un tiempo reciente. Los hemos hecho parte de nuestra vida, como si tal cosa...
Etcétera. 
Entonces llegué a la conclusión de que, nosotros, para llegar a donde estamos, fue a toda luz indispensable que pasáramos individualmente por las etapas de analfabetismo, bagatelas, banalidad, errores, futilidades, inexperiencia, ignorancia, intrascendencia, insignificancias, puerilidades, simplezas y tontería. (En orden alfabético, de ningún modo cronológico.)
En uno de esos estadios se hallaba nuestra joven crítica, sin género de duda.
Sonreí, pensando en que, más pronto de lo que ocurrió a nuestra generación, las que vienen opinarán que las “modernidades” de la pequeña detractora pronto serán un vejestorio.
Y sus hijos y nietos le dirán que, ella y los de su tiempo:
“Eran muy chistositos...”

HISTORIA

EFEMÉRIDES

AGOSTO

10 (1644). Nació en Segno, Italia, Eusebio Francisco Kino, quien en 1683 sería integrante de la expedición del almirante Isidro de Atondo y Antillón en el proyecto de recuperación de California como puente estratégico del galeón de Manila (o nao de China) en su travesía de Filipinas a Acapulco, y más tarde promotor, junto con Juan María de Salvatierra, de la entrada definitiva para el establecimiento de las misiones jesuíticas en la península. Murió en su misión de Santa María Magdalena (hoy de Kino) el 15 de marzo de 1711, donde fue sepultado.

12 (1922). Murió en la ciudad de México el coronel de Infantería Clodomiro Cota Márquez, al término de una sobresaliente carrera militar al servicio de la República. Nació en Todos Santos en 1835. Inició su carrera militar en 1858 bajo la tutela de su tío el Gral. Manuel Márquez de León, a cuyas actividades se halló vinculado toda su vida. Participó denodadamente en favor de los derechos y libertades individuales, en la defensa de su país combatiendo a la intervención francesa, a las fuerzas conservadoras y la invasión filibustera de William Walker.
Los restos mortales del patriota fueron reinhumados en su pueblo natal.

13 (1913). Murió en el ejido Santa Cruz (antes El Copalar), delegación de Santiago (hoy municipio de Los Cabos) el revolucionario sudcaliforniano Nicolás T. Antuna. Nació el 10 de septiembre de 1879.

LIBRERÍA

El golfo de California, por Manuel Soberanes Muñoz, México, 1969.

En 187 páginas nos ofrece esta obra el coronel queretano, en cuyo propósito-introducción apunta: “Mi labor y esfuerzos no llevan pretensiones doctorales, sino están animados del deseo de difundir entre los sudbajacalifornianos las mejores raigambres de nuestra historia y la fe en que, un presente de trabajo y esfuerzo llevarán a las nuevas generaciones a una vida más completa en lo espiritual y en lo material...”
Digno de ser leído es este estudio de veintiún capítulos que van desde los “Orígenes históricos de la palabra California” hasta “Las bahías histróricas”, tocando con cierto detenimiento asuntos tan importantes de nuestro pasado como el descubrimiento español de la península, los reconocimientos y desembarques en ella, las expediciones de Rodríguez Cabrillo, Vizcaíno, Kino y Atondo, la fundación de la misión de Loreto, la obra y posterior expulsión de los jesuitas, la integración etnográfica de Baja California, las tareas franciscanas, el Fondo Piadoso de las Californias, etc.
Luego dedica dieciocho páginas a hablar de “El golfo de California: bahía histórica”, seguramente la parte fundamental del libro, donde el autor examina con objetiva formalidad pero en el trasfondo con justificado apasionamiento, “la realidad fáctica y el derecho de que el golfo de California sea declarado ‘bahía histórica’ y se manifieste por México ante las demás naciones un hecho incontrovertible y secularmente indisputado: de que dicho mar desde siempre ha sido un mar interior, un ‘Mare Nostrum’.
Para ello presenta argumentos tan significativos como el de que el golfo fue aprovechado desde tiempos remotos por los aborígenes de sus litorales, de que su descubrimiento por la parte europea, y su incorporación al resto del mundo los realizaron súbditos españoles avecindados en la Nueva España, y cita alguna documentación relativa de Cortés, Bernal Díaz, Clavijero y Venegas, así como decretos y tratados. Todo con el objetivo básico de lograr el reconocimiento inobjetable de la potestad de nuestro país sobre el mar de Cortés.
Sin embargo, dicho volumen no logró evitar algunas fallas, particularmente de forma, que acusan descuido en las necesarias revisiones y correcciones, si las hubo, o deseo ferviente de ver publicada cuanto antes la obra. De cualquier manera son deficiencias menores que no desvirtúan el empeño, sobre todo editorial, pues hay que tomar en cuenta la circunstancia de que el tiraje de 500 ejemplares fue posible merced a la vía del autofinanciamiento.
Está complementado por una extensa bibliografía de interés para los californiófilos, y un índice de nombres muy útil.

No hay comentarios:

Publicar un comentario