Sin acarreo, impresionante cierre de Ricardo y Esthela

Juan Raúl Zavala

Sin acareo, impresionante fue el cierere de campaña en La Paz de Ricardo Barroso y de Esthela Ponce, así como de los candidatos a diputados lcales y la planilla a la alcaldía.

Unos calcularon hasta 12 mil personas; los más conservadores, ocho mil. Yo no sé contar. Lo único que les puedo decir es que era un mar de gentes.





Todos enrusiasmados, arriba de las sillas, agitando banderas, gritando, mostrando el nuevo rostro del priismo que confía en la victoria eletoral.

Magnífico el discurso improvisado de Axxel Sotelo, candidato a diputado, a nombre de los aspirantes.

El de Estela, emocionado, sentido, profundo, sincero, cálido.

El de Beatriz Paredes, a pesar de su ronquera, vibrante, entusiasmador, de crítica a los gobiernos perredistas que, en doce años, no supieron aprovechar el gran potencial turístico y pesquero y, a cambio, rinden malas cuentas a los sudcalifornianos.

La gente, enojada, frustrada, gritando a coro ¡ya basta! ¡Ya basta! y ¡fuera! ¡fuera! a los amarillos.

Hacía muchos años que este reportero no veía ese entusiasmo, esas ganas de gritar, esa esperanza de que el PRI vuelva al gobierno estatal y a la presidencia municipal en La Paz y otros municipios.

Una veradera fiesta en la que participaron las familias enteras, que llegaron pr sus propios medios, con la intención de vitorear a sus candidatos.

Se sentía el olor a triunfo. Ya falta poco.