Unos dicen que fueron seis mil peersonas. Otros, que el número fue superior. Pero como quiera que sea, fue mucha gente la que se reunió la tarde del sábado en la explanada de la Unidad Cultural Cuatro Molinos, de La Paz, el mismo sitio en el que estuvo Luis Donaldo Colosio, unas horas antes de que fuera asesinado en Tijuana.
Enrique Peña Nieto, gobernador del Estado de México, emocionado, les habló a los sudcalifornianos.
Les dijo que no tiene ninguna duda de que Ricardo Barroso ganará la gubenatura y que Esthela Ponce será la prsidenta munipal de La Paz. También expresó su certeza de que los candidatos a diputalods y a las otras presodencias municpales, se alzarán con el triunmfo, el 6 defebrero.
Peña Nieto habló con emocion. En parte, porque percibe el priismo sudcaliforniano simpatiza con su proyecto para que sea el próximo presidente de los mexicanos. Y en parte, porque el gentío le inspiró confianza en el triunfo electoral.
Antes que Peña, habló Esthela Ponce.
Fue umn discurso emocionado, vehemente, profundo. La gente le aplaudió.
Y después de Peña. habló Ricardo Barroso. Improvisó el discurso. Lo hizo bien.
Fue una fiesta del priismo, con la presencia de miliantes t simpatizantes de tod el estado.
La asistencia, mujeres en su mayoría, que feron a ver Peña Nieto.
Una mujer madura, frente al reportero, se subió en la silla, haciendo gala de equiibrio.
"Me voy a poner los lentes para ver bien a Peña", dijo. Y otras señoras de su edad la imitaron. También se subieron a las sillas.
Las mujeres, todas guapas, elegantes, informales, que admiran a Peña y querían verlo.
Después, del evento, Peña se reuió con los periodistas en el hotel Gran Plaza.
Estuvo sencillo, modesto, amable.
La visita de Peña, sin duda, abona en mucho a la campaña de Barroso, de Esthela y de los demás candidatos.
Mañana, una crónica más amplia.
Enrique Peña Nieto, gobernador del Estado de México, emocionado, les habló a los sudcalifornianos.
Les dijo que no tiene ninguna duda de que Ricardo Barroso ganará la gubenatura y que Esthela Ponce será la prsidenta munipal de La Paz. También expresó su certeza de que los candidatos a diputalods y a las otras presodencias municpales, se alzarán con el triunmfo, el 6 defebrero.
Peña Nieto habló con emocion. En parte, porque percibe el priismo sudcaliforniano simpatiza con su proyecto para que sea el próximo presidente de los mexicanos. Y en parte, porque el gentío le inspiró confianza en el triunfo electoral.
Antes que Peña, habló Esthela Ponce.
Fue umn discurso emocionado, vehemente, profundo. La gente le aplaudió.
Y después de Peña. habló Ricardo Barroso. Improvisó el discurso. Lo hizo bien.
Fue una fiesta del priismo, con la presencia de miliantes t simpatizantes de tod el estado.
La asistencia, mujeres en su mayoría, que feron a ver Peña Nieto.
Una mujer madura, frente al reportero, se subió en la silla, haciendo gala de equiibrio.
"Me voy a poner los lentes para ver bien a Peña", dijo. Y otras señoras de su edad la imitaron. También se subieron a las sillas.
Las mujeres, todas guapas, elegantes, informales, que admiran a Peña y querían verlo.
Después, del evento, Peña se reuió con los periodistas en el hotel Gran Plaza.
Estuvo sencillo, modesto, amable.
La visita de Peña, sin duda, abona en mucho a la campaña de Barroso, de Esthela y de los demás candidatos.
Mañana, una crónica más amplia.
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