Mario Santiago*
COVARRUBIAS
con el PAN, jugara
a la
RULETA RUSA.
• Se “entercó” con sus candidatos.
• La Política tiene reglas que no cambian.
• Alfredo Zamora, todo un desorden.
Marcos Covarrubias Villaseñor finalmente seleccionó el camino más azulado para intentar ser Gobernador de Estado, pues primero prácticamente desechó la candidatura del PRD con la alianza del PT; posteriormente desairó al PRI-Verde al encapricharse en imponer todas las fichas del tablero y luego minimizó al Partido de Nueva Alianza, despechado a la dirigente nacional, Elba Esther Gordillo que deseaba jugar la Presidencia Municipal de La Paz en la persona de Jorge Miguel Cota Katzenstein.
Finalmente y ya confundido, aceptó la oferta del dirigente nacional del PAN, Cesar Nava que le aceptó todas sus exigencias ante el enojo de los panistas de “hueso Azul” que dicen, van a ver los toros desde la barrera.
El comundeño le estaba echando tierra a su buena estrella.
Durante todo el periodo de su precampaña electoral, una parte importante de la población lo ubica como parte del equipo de trabajo de NAM, equipo que está sumamente desprestigiado, pero es conveniente decirlo, miraba a Covarrubias como un engrane separado, una pieza aparte que incluso, podría cambiar el panorama del Estado. Daba la impresión de que promovía los valores familiares y eso, sus simpatizantes se lo reconocían.
Pero todo ese favorable panorama, él mismo comenzó a enturbiarlo con su empeño por imponer candidatos que gran parte de la ciudadanía ve con recelo por tener carreras políticas llenas de inmoralidades administrativas.
Más extraño, que se encaprichara con los candidatos a las presidencias municipales de La Paz y Los Cabos tratando de imponer a personas de muy dudosa calidad moral y ética profesional. El primero, Héctor Ibarra Espinoza que de la quiebra paso a ser millonario producto de los recursos públicos; y en Los Cabos, Arturo de la Rosa Escalante que tiene un pendiente y una demanda penal por haber utilizado 8 millones de pesos cuando estuvo al frente de la Gran Comisión del Congreso del Estado.
El tercero, Venustiano “Tano” Pérez Sánchez, agricultor, oscuro diputado de la XI Legislatura y un efímero tesorero municipal de Comondú.
Su salida de la mesa del PRD, cuando ya era el principal comensal, ha despertado muchas dudas, pues todavía se recuerda el infame papel que en el 1995 jugó Rodimiro Amaya Téllez.
La versión de que no soportó que le impusieran a candidatos a presidentes municipales y diputados, no puede ser una razón de fuerza, no si sabe cuales son las reglas elementales de la política.
Me dicen que llegó a pensar que era el astro principal del firmamento y que sin él, todo podría volver a la oscuridad.
Pudiera ser.
Pero los partidos por los que decidió cobijarse, no se encuentran en su mejor momento. El Partido Azul siempre ha jugado con sus intereses. No le interesa ganar elecciones, pero sí negociarlas desde el tiempo en que Crisoforo Salido Almada le dio el primer gran dolor de cabeza al PRI que tuvo que negociar para que se entronizara como gobernador Guillermo Mercado Romero.
Pero desde entonces, los dirigentes panistas le han dejado a la sociedad un marcado sabor a cobre.
Las dirigencias de Ignacio Bello Sosa que ahora es Magistrado del Tribunal Superior de Justicia y de Héctor Jiménez Márquez que es el actual Delegado Federal de la SEP, no son los mejores ejemplos de lo anterior.
Y el partido del PRS pues ya sabemos que es un organismo chiquitito, con dos puntos porcentuales en la última elección, pero presto a negociar como ocurrió con Acción Nacional.
No es lo mismo uno que otro.
Desde luego, para Marcos Covarrubias no será lo mismo el PAN que el PRD.
Acción Nacional, como fuerza política no existe.
Y por más seguidores amarrillos que pueda jalar, nunca será lo mismo.
Muchos de sus seguidores, incluyendo familiares, dicen que Marcos se transformó. Pues de ser un tipo sencillo, humilde y amiguero, le ha ganado la soberbia.
Pero volviendo al partido que abandonó, hay un disgusto social en su contra por los niveles de corrupción que han mostrado autoridades que emergieron de allí, pero con todo, cuenta con una estructura que aunque ganada y conservada a base de dinero proveniente del Erario, no deja de ser una fuerza.
Contrario al PAN que es un organismo dividido, sin dirección, presto a la negociación y proclive al engaño.
Un elevado numero de panistas no están de acuerdo en como el Presidente Estatal del PAN, Alfredo Zamora García manejó el proceso electoral de este partido, pues humilló y lastimó a muchas gente a la que les hizo creer que eran los candidatos.
Dudan de su capacidad diplomática para remendar tantas roturas y lo más lamentable es que ya tienen el tiempo encima.
Zamora García tuvo mucho tiempo para darle fortaleza a este partido y llegar como fuerza política. Incluso, Luis Coppola que pudo haber sido su abanderado y con muchas opciones, optaron por cerrarle el paso, y tan angosta hicieron la brecha que ni ellos mismos caben.
Entonces, la alternativa va a ser a cuantos perredistas es capaz de jalar Marcos Covarrubias.
Una cosa es cierta.
No será lo mismo.
*Director de la Revista Compás.
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