La minuta, (listado de acuerdos
de cualquiera de las Cámaras del Congreso de la Unión), ¿es la esposa del
minuto?
A los perredistas les quitaron la bandera, con eso de la consulta
popular, pero no la idea. Si son tercos.
Les cuento una anécdota de mis
primeros meses de periodista. El director, don Gustavo de Cañedo (lo recordaré
siempre con afecto y cariño), me ordenó cubrir una nota en la Canaco.
Se iba a realizar una reunión regional y nomás faltaba que llegaran los
de Sonora. Pero se accidentaron y no llegaron.
Cuando Gustavo me preguntó que si
cómo iban las cosas, le informé con toda frialdad que no iba a haber reunión.
Que los de Sonora se habían matado.
“Pues esa es la noticia, Raúl”, me dijo impaciente don Gustavo. Y le contesté
con la misma frialdad: qué caso tiene don Gustavo, si ya se murieron. Por poco
y me mata por teléfono.
En otra ocasión, perdí mi libreta
de apuntes y llegué sin información al periódico. Con profundo dolor le confesé
a don Gustavo lo que había sucedido.
Se paró, fue a mi escritorio, me tomó de la oreja derecha y me sacó a
la calle.
“Convéncete, Raúl. No tienes vocación
de periodista. Ya no lo intentes más”. Lloré toda la tarde. Y en la noche, me
invitó a cenar.
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