Se teme que, con el
impuesto aprobado por los señores diputados de Sonora, suframos una invasión de
burros de esa entidad.
Incluso, algunos propietarios de burros han
empezado a pintarlos de blanco con rayas negras, para que parezcan cebras y no
paguen impuesto.
Si esa temida invasión
se diera, tenemos el recurso de enviar a Sonora a un grupito de diputados que todavía
no aprenden a leer.
La gran pregunta en el estado fue: ¿se quitó el
sombrero el Tano Pérez durante los festejos de la Constitución?
Los piojos vuelven a
la carga. Dicen las autoridades que la plaga afecta a niños de Jardín, Primaria
y Secundaria. Hasta comezón me dio.
Como el lector comprenderá, la plaga de piojos
no impide el romance, sobre todo a nivel Secundaria que es una de las edades más
hermosas del ser humano.
Lo grave sería que el
novio le dijera a la novia: “vamos intercambiando piojos, mi vida”, como se
intercambian besos.
Se puede dar el caso en que el
muchachito esté tan enamorado de la niña que le diga: “te quiero con todo y
piojos”.
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