Vaya problema que tiene Elba Esther. ¿Y ahora,
de qué va a vivir o quién la va a mantener?
Pero más problemas
tienen las empresas Elektra y Coppel, que están a punto de perder a su mejor
cliente.
La que también debe tener problemas, por el
encarcelamiento de Elba Estherca, es la doñita de la tienda de la esquina, que
le fiaba la comida.
Como en los buenos
tiempos, la cuenta de la dueña del SNTE se la apuntaban en una libretita tipo
universitaria.
A Elba Estherca no la pueden acusar de
enriquecimiento inexplicable; más bien se le puede acusar de enriquecimiento
explicable.
Y siguen sin hacerme
caso en el Ayuntamiento de La Paz: no han quitado el horrible ruido al
responder las llamadas telefónicas.
Jesús Chávez está cada vez más contento por la sucesión
en el Grupo Reflexión.
Dice que este
servidor, que es presidente vitalicio de la asociación, puede tomar los dos
caminos que le enseñaron el Papa y Elba Estherca.
O sea, que me metan al bote o que renuncie
voluntariamente. Yo soy como Fidel Velázquez. Me voy a retirar cuando me de la
gana.
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